¿Cómo puedes liderar de manera auténtica y empática sin perder autoridad dentro de tu equipo?
El autoliderazgo es la base para liderar de manera auténtica y empática sin perder autoridad. Esto implica que al trabajar en nuestro propio desarrollo, podemos liderar con mayor seguridad y autenticidad.
Descubre cómo el autoliderazgo puede transformar tu estilo de liderazgo en este artículo de Maria De Benedictis
Asumir un rol de liderazgo implica un cambio importante no solo en responsabilidades y demandas profesionales. No se trata solo de gestionar tareas, sino de guiar y motivar a un equipo hacia el logro de objetivos comunes. En este contexto, el autoliderazgo se convierte en una habilidad fundamental para cualquier líder o líder ya establecida.Identificar aquellas áreas de incomodidad en este nuevo rol, nos permitirá no solo mejorar de cara al equipo, sino que también implica la oportunidad de trabajar en esos puntos de cara interna para nuestra propia gestión emocional.
El trabajo de reflexión para el autodesarrollo debería ser tomado como un trabajo de por vida, y no exclusivamente para ciertos roles. De no ser así, nos perdemos la posibilidad de liderar nuestro propio camino profesional, emocional, académico e incluso en todas las áreas de nuestra vida que impliquen relaciones con otros.
“Desarrollar habilidades de auto-liderazgo es crucial para decidir con confianza y coherencia en pos de aquello que deseamos conseguir”.
A lo largo de mi carrera, me tocó experimentar de primera mano cómo la transición de un rol comercial a coordinar un equipo, me requirió una evolución en mi forma de pensar y actuar. Gestionar los pedidos y la demanda externa sin sobrecargar al equipo, me genero, muchas veces, absorber parte de esa carga. Con el tiempo fui comprendiendo que parte importante de mi nuevo rol era priorizar y negociar, no solo con mi equipo y mi Líder, sino en mi propio tiempo y con otras áreas.
Uno de los aspectos más importantes que aprendí fue la necesidad de identificar las habilidades únicas de cada miembro del equipo. No todos tenemos facilidad en las mismas cosas, y reconocer esas fortalezas en los demás me permitió delegar tareas de manera efectiva y motivando a los demás a destacar en su habilidad natural. Trabajar desde la confianza fue fundamental: cuando cada persona se siente valorada y empoderada, el equipo puede alcanzar su máximo potencial.
Cuando nos enfocamos en mejorar primero nosotros, creamos un ambiente donde cada persona puede evolucionar y crecer con transparencia. Es esa capacidad de liderar con seguridad y promover la colaboración lo que convierte a un simple grupo de personas en un equipo imparable.No olvidemos que el viaje hacia un liderazgo efectivo empieza por casa, Al trabajar constantemente en nuestro propio desarrollo, podemos crear un ambiente de confianza, empoderamiento y crecimiento mutuo, donde la autoridad se mantiene no por imposición, sino por el respeto ganado a través de nuestras acciones y ejemplo personal.
Te invito a reflexionar: ¿Cómo estás liderando tu propio desarrollo?
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